Este extracto dulcemente floral también es herbal, con tonos balsámicos subyacentes.
La lavanda trata los pulmones, los sinus y las infecciones vaginales (incluida la candida). Alivia el dolor muscular, los dolores de cabeza, las picaduras de insecto, la cistitis y otros tipos de inflamación.
También se emplea en las molestias digestivas, incluido el cólico, y estimula la inmunidad.
El extracto de lavanda regenera las células cutáneas, previene la formación de cicatrices y estrías del embarazo, y tiene fama de hacer más lenta la aparición de arrugas. Su empleo es adecuado en toda clase de cutis, así como para quemaduras, daños causados por el sol, heridas, prurito e infecciones de la piel. Específica para los problemas del sistema nervioso central.