Aceite de Macadamia
INCI: Macadamia Integrifolia Seed Oil
CAS # 438545-25-6; 159518-86-2
De la nuez de Macadamia, la nuez más cara del mundo se obtiene un aceite que se extiende fácilmente por la piel y que dota a ésta de una excepcional protección y suavidad, proporcionando un aspecto brillante y sedoso.
Disminuye los efectos del paso del tiempo sobre la piel por su poder antioxidante, que incluso le confiere una pequeña capacidad de protección solar.
El aceite de Macadamia se obtiene del prensado en frío del fruto crudo de la nuez de macadamia. Posee coloración amarilla clara (casi transparente) con sabor suave y agradable. El aceite de macadamia es el único aceite vegetal que contiene gran cantidad de ácido palmitoléico (O.P.A.), un ácido graso monoinsaturado responsable del metabolismo de los lípidos. La composición del aceite de Macadamia es especialmente rica en ácidos oleicos, linoleico, vitamina E y esteroles (Avenasterol) que le otorgan propiedades muy suavizantes y calmantes.
El aceite de Macadamia es un aceite extremadamente fino, fluido y ligero. Un aceite ideal para uso cosmético, porque aporta los elementos nutritivos necesarios para conservar la piel luminosa y sana. Es un producto fino que penetra en la piel con facilidad dándole brillo, suavidad y una textura sedosa. Devuelve elasticidad, turgencia y tonicidad a la piel desvitalizada, por lo que su uso se convierte en un bálsamo valiosísimo en el cuidado de la piel fláccida, para conseguir la elasticidad de los tejidos.
Otra de las virtudes del aceite de macadamia, es que resulta excelente como vehículo natural para los aceites esenciales puros.
El aceite de Macadamia no es comedogénico. Es un aceite liviano que ayuda a retener y mejorar la humedad de la piel sin tapar los poros, protege contra la agresión del sol, y su acción antienvejecimiento permite luchar contra la oxidación de las células.