Los álcalis son sustancias cáusticas que se disuelven en agua formando soluciones con un pH bastante superior a 7 (al neutro): amoniaco, hidróxido amónico, hidróxido y óxido cálcicos, hidróxido de potasio, hidróxido y carbonato potásico , hidróxido de sodio , carbonato, hidróxido, peróxido y silicatos sódicos y fosfato trisódico.
Los álcalis, ya sea en sólido, o en soluciones concentradas, son más destructivos para los tejidos humanos que la mayoría de los ácidos. Provocan destrucciones (quemaduras) profundas y dolorosas (disuelven la grasa cutánea).
- Los polvos, nieblas, y vapores provocan desde irritación respiratoria, de piel, ojos, y lesiones del tabique de la nariz, etc., hasta lesiones destructivas en piel y tejidos humanos. Especialmente riesgo en ojos si hay salpicaduras o proyección de partículas.